Reseña:
Los Jardines Del
Presidente,
De Muhsin Al-Ramli
por Meg Raven
Me apetecía probar algo que se saliera de mis géneros
habituales, aunque jamás imaginé que estaría eligiendo una de mis mejores
lecturas del año. Me ha fascinado la sencillez con la que éste autor sabe
relatar escenarios tan complejos, porque ni siquiera pertenecen a la ficción y
sin embargo es necesario dar voz a todo lo que permanece enterrado, a la espera
de germinar.
"En las
cajas se encuentra la cabeza de Ibrahim, un hombre al que todo el mundo
apreciaba por su bondad y discreción, y por su particular filosofía de saber
afrontar las tragedias aceptando su destino. Había nacido y se había criado en
un remoto pueblo del norte de Irak, junto a sus eternos amigos de la infancia:
Tarek, de vida acomodada y al que siempre la vida sonrió; y Abdulá, huérfano y
depresivo, a quien llaman Kafka por su manera de pensar y por haber devorado
las obras de aquel autor. Los «Hijos de la grieta de la tierra», como eran
conocidos, habían vivido juntos alegrías, esperanzas, amores..., también
guerras y las arbitrariedades del poder. Las buenas relaciones de Tarek
permiten a Ibrahim lograr un empleo en Bagdad, en los jardines del presidente.
¿Qué provocó su muerte? ¿Qué le llevó a morir de tal manera? Los exóticos
jardines del presidente esconden la respuesta tras sus verjas. Basada en hechos
reales."
La
novela no podía empezar más fuerte: Han aparecido nueve cajas con nueve
cabezas, entre ellas la de Ibrahim, un hombre por el que todos sentían
verdadero aprecio. Cuesta imaginar quién querría hacerle algo así, ¿No? Pero en
una época llena de guerra y sangre, ni el más noble y puro se encuentra a
salvo. Aunque su nombre no aparezca en ningún momento, el presidente al
que retratan sus páginas no es otro que Sadam Husein. Y sus jardines...
eran de todo menos idílicos.
Es
la historia de una guerra retratada desde el punto de vista de las gentes que
tuvieron que vivirla, gentes de un ambiente tranquilo y rural hasta que la
muerte llega para cambiarlo todo. De hecho, el autor se documentó con historias
reales antes de tejer ésta conmovedora novela.
Los
tres protagonistas absolutos son Tarek, Abdulá Kafka e Ibrahim,
amigos de toda la vida, aunque parte de la novela también se sustenta en la
figura de Quisma ("Destino"), la hija de Ibrahim.
Conoceremos su historia desde niños, a base de recuerdos o saltos en el tiempo
hasta alcanzar el dramático presente en el que se encuentran. Pero no todo era
idílico en la vida que llevaban antes, donde ya se apreciaban posos de
oscuridad, la cercanía del conflicto y numerosos escenarios de injusticia
marcados por las fuertes creencias políticas o religiosas de sus gentes.
“No entiendo cómo un ser humano puede ponerse tan contento solo porque
otro ser humano cae bajo su poder y le tiene miedo y horror. Más tarde
comprendí que la crueldad humana supera la bestialidad de cualquier bestia.
[...] Comprendí que ya era hombre muerto, que sólo era cuestión de tiempo.”
El
autor no quiere que la historia de su país caiga en el olvido, pero no se
refiere a datos ni a nombres, sino al sentimiento, a la humanidad. Lo que deja
atrás una guerra, y en lo que nos convierte. El retrato de la vida
iraquí atrapada bajo el yugo de una dictadura.
Quizá
ahí esté una de las mayores virtudes del libro: Retrata una realidad
muchas veces ignorada por los medios, la crueldad de unos escenarios que por
desgracia escapan de la ficción. Pero lo hace desde un punto de vista
reflexivo, hace crítica de lo vivido y ahonda en los sentimientos para
expresar a través de estos. Hay machismo, así como la arraigada cultura de la
zona y sus costumbres. No es de extrañar que algunos pasajes se hagan crudos y
nos hagan preguntarnos cómo han podido nuestros protagonistas sobrevivir a
episodios tan salvajes... y pese a todo, tiene un tono que la hace muy fácil de
leer, de disfrutar sin caer en el agotamiento emocional. Todo para mantenernos
con una única incógnita: Cómo pueden éstas personas sobrevivir y
regenerarse después de tanto odio y dolor.
Si
pudiéramos observar las entrañas de un país lejos de la propaganda que nos
hacen de él, encontraríamos novelas como ésta. Historias humanas donde se celebra la vida, se
retrata su momento más crudo para poder apreciar esa capacidad de salir
adelante.
“Ya no creo en nada y me extraña el
inquebrantable fanatismo de algunos por ideas y objetos que otros han inventado
y que los llevan hasta el extremo de morir o asesinar por ellos.”
Cada
personaje tiene una forma de enfocar la vida, y por eso es tan interesante ir
viendo el desarrollo de todos ellos. Abdulá por ejemplo vivió el cautiverio de
la República Islámica y relata las penurias que le tocó vivir, de cómo
sobrevivió a las constantes torturas viendo a todos sus amigos caer por el
camino y la desesperanza que desde entonces anida en su corazón, su
nihilismo. Siempre fue hijo bastardo y desconocía la identidad de sus
auténticos padres... pero cuando descubre la crueldad que se esconde tras su
concepción, comprende que algunos silencios pesan más que cualquier
palabra.
Tarek,
por su parte, es un maestro culto e hijo del imam. Al contrario que su amigo
siempre ha abrigado bastante entusiasmo y busca el lado positivo de las cosas,
aunque tampoco le ha tocado vivir las mayores miserias ni fue llamado
a filas para comprender del todo la prisión que Abdulá lleva por dentro.
Ibrahim, sin embargo, ha conocido el dolor durante muchos años. Arrastra una
cojera física y otra por dentro, a causa de todos los secretos que se ve
obligado a callar. Su hija lo considera un cobarde y su
desprecio es la herida más desgarradora posible... pero si tan siquiera supiera
la de barbaridades que su padre ha tenido que presenciar, lo que le obligan a
hacer, todo cuanto ha padecido y la de mentiras que la han contado de un país
lleno de grietas... grietas en la tierra, como ellos. Es ahí debajo donde se
esconde todo.
Cuenta
Muhsin Al-Ramli: "Si cada víctima tuviera un libro, todo Irak sería una
enorme biblioteca, imposible de catalogar". El valor de la
amistad en medio del conflicto, las injusticias, y sobre todo la búsqueda de la
dignidad. Una mezcla de simbolismo y realismo que le valió el
English Pen Award y a mi me ha regalado una de mis mejores lecturas del año.
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*Publicado en (El cuervo de
alas rotas), en 28/12/2018