Irak,
la tragedia del mundo
Muhsin Al-Ramli, exiliado en España, relata el drama de su país, que no ha
conocido la paz en 40 años, en el libro 'Los jardines del presidente'
Madrid, Viernes, 17 noviembre 2018
Toda la tragedia del mundo
cabe en Irak, un país que apenas ha disfrutado de una década de paz completa en
toda su historia y que desde hace 40 años ha vivido un conflicto con Irán, la
primera guerra del Golfo, el embargo, la invasión de Estados Unidos de 2003 y
la lucha contra el Estado Islámico. Sobre estos cimientos destruidos levanta el
escritor Muhsin Al-Ramli la novela 'Los jardines del presidente' (Alianza), las
vivencias paralelas de un país y de tres hombres que desde la infancia hasta la
edad adulta son víctimas de una realidad que nunca pueden controlar.
«En Irak, cuando una persona
se marcha de casa, puede decir 'buenos días', pero no está seguro de poder
decir 'buenas noches', así que muchos se despiden como si nunca más fueran a
ver a sus seres queridos», cuenta Al-Ramli, que resume en sí mismo el drama de
su país: exiliado en España desde 1995, su hermano, Hassan Mutlak, el llamado
'Lorca iraquí', fue ahorcado por el régimen de Sadam en 1990 tras participar en
un intento de golpe de Estado y uno de sus sobrinos fue asesinado por el Estado
Islámico. Desde 2004 Al-Ramli es profesor de la Universidad de San Luis, en
Madrid, y con 'Los jardines del presidente' ganó el English Pen Award y fue finalista
del premio IPAF, el 'Booker árabe'.
La sombra de Sadam Husein
planea sobre las vivencias de todos los iraquíes. En el libro, Al-Ramli no cita
por su nombre a Sadam «porque todos los dictadores son intercambiables», pero
describe su vida como todopoderoso y arbitrario gobernante: cómo, él y sus
hijos, viven en palacios llenos de lujos mientras su pueblo muere de hambre;
cómo matan a un músico o a un poeta simplemente por el placer de matar; o cómo
se apoderan de las mujeres y las violan a su antojo. «Cada mujer iraquí se
merece un monumento por todo lo que han sufrido. Ellas han mantenido a las
familias mientras los hombres se iban a la guerra. Las mujeres trabajan para la
vida, los hombres, para las utopías», señala el escritor.
La caída del dictador, sin
embargo, no supuso la liberación del país. Todo lo contrario, la invasión
americana trajo más desgracia, cree Al-Ramli. «No queríamos a Sadam, pero los
Estados Unidos nunca debieron intervenir. Tenían que haber apoyado a la gente
que desde el interior luchaba contra el régimen. Pero el gran problema de Irak
es que siempre ha sido apetitoso para las potencias extranjeras. Turquía, Irán,
Arabia Saudí, Estados Unidos, hasta Siria... han intentado poner sus manos en
el país», resume el escritor.
«La gente ha perdido el
miedo, los gobernantes ya no tienen excusas para no instaurar la democracia y
el mundo, por fin, comienza a escucharnos», asevera. 'Los jardines del
presidente' entronca con 'La fiesta del Chivo', de Mario Vargas Llosa, en su
denuncia de la tiranía.
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*Publicado
en (IDEAL), N.28.535 Sábado 17/11/2018
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