A ZAGA DE LAS HUELLAS DE
IRAK
O
EL AMOR DE UN HUMANISTA
SOLIDARIO
Albert Torés García
Dormida entre soldados,
Muhsin Al-Ramli,
Editorial Hispano-Egipcia Sanabel,
El Cairo, 2013.
Sin lugar a dudas, la escritura de
Muhsin Al-Ramli y de modo concreto, su poesía, pueden considerarse como un
movimiento inmarcesible a la belleza, testimonio además de una existencia
volcada a la literatura.
Como norma
general la obra del poeta iraquí muestra altas dosis de madurez, gran capacidad
de observación y análisis certero de las rápidas transformaciones que se van
sucediendo en nuestra sociedad. Pero además se da una profunda imbricación
entre la creación actual y la revisión de sus tradiciones o historia. No puede
permanecer la poesía ajena al dolor de la humanidad. Por ello, ha de implicarse
en la historia. Irak es eje constructivo esencial pese a la cruel
deconstrucción sufrida. Como explica en su novela Dedos de dátiles, Ed.
El tercer nombre, Madrid, 2013, trata sobre el enfrentamiento entre Oriente y
Occidente, la dictadura y la democracia, la religiosidad más exacerbada frente
al laicismo, la modernidad y la defensa acérrima de los valores más
tradicionales, el amor y el sentimiento de venganza, lo colectivo y lo
individual, lo íntimo y lo histórico. Es decir, en esas premisas hemos de
enmarcar gran parte de su obra, creativa y crítica. En la novela, la
dedicatoria es la que sigue: “A Irak, mi cuna y la de las civilizaciones. A
España, mi estación de paz después de un largo camino de guerras”. Pero en
el poema inicial de este poemario que nos ocupa , Dormida entre soldados, el
texto titulado “Portada” no deja lugar a la duda: “Aparta la portada/rasca
la piel de mis palabras./Encontrarás que sus hueso; son tres/ y todo lo que he
escrito/fue por y para vosotros:/Tú, la muerte e Irak”. Siendo pues el
paralelismo manifiesto, en el poemario de Muhsin Al-Ramli, se nos propone una
revisión crítica de la historia reciente de sus país, una mirada planteada en
términos de recuperación de la memoria, a partir de fragmentos vitales y
símbolos de gran carga expresiva, entrelazándose con la esperanza universal del amor.
Cierto es que la
reflexión sobre la identidad y el amor no sólo van de la mano sino que
constituye el punto de partida y a la vez de llegada de este magistral poemario.
De hecho, son 60
composiciones , en español y árabe, que conforman un genuino relato de amor que
se nutre de otras pasiones y avatares, planteando respuestas e interrogantes,
basado todo en el conjunto en una perspectiva de alteridad. El poeta iraquí
forma parte de lo que viene llamándose el humanismo solidario que se registra
en el discurso sobre el cuerpo y la identidad que serán a la sazón medios
simbólicos de denuncia y de afirmación. Las muestras son numerosas, pero el
poema “Adiós”, emocionante, turbador y de gran belleza, cerrando el libro,
conformaría una suerte de inventario poético: “ Adiós a una historia,/un
sueño,/a un amor que hemos enterrado vivo con nuestro egoísmo/lo hemos
enterrado en el cementerio de las luces de los anuncios/Adiós dicen nuestras
lenguas/...adiós a la gracia del dormir/adiós a la paz/porque ya han vuelto los
soldados..”
El poemario Dormida
entre soldados acaba de ser publicado en El Cairo por la Editorial
Hispano-Egipcia Sanabel. Quisiera resaltar con especial insistencia los dos
cuadros de la cubierta pintados por la pintora, poetisa y periodista iraquí
Rana Jafer Yasin. Reforzando ese concepto de humanismo solidario donde las
raíces y la tradición completan su círculo en la aportación de la modernidad.
Por otro lado, sobre su propio
poemario, Muhsin Al-Ramli explicó que se trataba de “una selección de decenas
de textos que había escrito sobre recortes de papeles, servilletas de
cafeterías y cajas de cigarrillos a lo largo de los tres años que duró una
verdadera historia de amor en la que a veces anotaba mis reflexiones y mis
reacciones frente a diferentes momentos. Algunos fueron escritos en árabe,
otros en español, más tarde los traduje de un idioma a otro”. “Prefiero
denominarlos textos, ya que no sé el alcance de su poeticidad, aunque sé con
certeza el de su sinceridad, una sinceridad sobre la que cuento siempre en mi
creación y en mi vida”, señaló Al-Ramli antes de revelar: “Siempre anhelé
escribir una novela sobre el amor, pero me encontré terminando este escrito antes
de realizar el sueño de la novela. Quizá se trate en cierto modo de una
escapatoria de la novela”.
Sin embargo,
aunque a primera vista pudiera inscribirse esta poesía amorosa en el marco
previsible de la tradición, con una naturaleza acogedora y un espacio propicio
para el amor, en la línea de Baudelaire introduce una superación de esta
apariencia no tanto con la intensidad adverbial de la fealdad, sino de la
contradicción, la reflexión y el amor o muerte por la patria. Aludíamos al
breve poema “Portada” que corroboraba nuestra consideración, pero igualmente
señalamos el poema central que lleva el título del poemario “Dormida entre
soldados”.
Podría decirse que la modernidad poética reside
precisamente en esa mutación de la concepción del sujeto lírico, incluso en un
desdoblamiento consciente donde la alteridad, las raíces y el amor más
envolvente fundamentan el campo sensual
y el campo filosófico, una poesía concebida como expresión de la subjetividad
pero a la vez con la voluntad sustancial de comunicar los valores universales
de la tierra, la historia en definitiva. Pero en cualquier caso, “acaso no es
suficiente” que el poeta despliegue un
mundo de imágenes soñadas y vividas expresado por una sonoridad musical
fuera de toda duda, por una inversión de términos y sentimientos, o si se
quiere por una reinvención, ya que al contrario de lo que marcaría la poesía
moderna, que no sería sino la cuestión de la inmediatez Muhsin Al-Ramli se detiene
en la interrogación con cierta ironía y anuncia lenguaje, historia, saber,
libertad restaurando en cierta manera el sujeto lírico romántico. En el poema
“Fragmentos de estados fragmentados”, el duodécimo nos lo expresa con toda
nitidez: “Acaso no es suficiente que soy iraquí/ para ser tan triste hasta
este punto/Acaso no es suficiente que soy español/para sufrir la burocracia
hasta este punto/Acaso no es suficiente que te quiero/para rechazar la
superficialidad hasta este punto/Acaso no es suficiente...no es
suficiente...acaso...”
Dormida entre soldados es el relato versal del
amor de un humanista solidario a zaga de las huellas de Irak, de lo que ya no
es y con la obligación moral de volver a lo que fue. No es un lenguaje digital
el que aquí figura, sino la analogía de la palabra inmediata y que además se
quiere racional. Una poesía inscrita en el tiempo que se lanza a la dinámica
crítica y reflexiva pero con la conciencia y la certeza del poder de las
palabras, con la necesidad de la soledad y las inquietudes del silencio. En el poema “Su silencio”: “Los dos
estamos solos en el bar/como si estuviera sentado sobre una mina/su silencio me
inquieta más que sus palabras”. Anteriormente, en el poema “Mi silencio”
escribía: “Mi silencio no pertenece a nadie/mi silencio no es soledad/mi
silencio no es un silencio/porque mi corazón y yo/hablamos de ella/ y a ella,
sin parar”. Poesía que precisa el roce, el tacto de la piel, casi diríamos
poesía que habla contra las palabras, buscando luz en el deseo, acción en el
consejo, sentido en la imagen. Poemario que merece nuestra atenta lectura y que
como lector quiere agradecer.
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*P
Albert
Torés García