El arte como salvación
LAILA MUHARRAM
“A la ira hay que
escucharla. Es una voz, un grito, un ruego, una exigencia. A la ira hay que
respetarla. Porque la ira es un mapa. La ira nos dice que ya no nos podemos
permitir nuestra antigua vida. Nos dice que la antigua vida se muere y que
estamos renaciendo. (…) El arte abre los armarios, airea los sótanos y las
buhardillas. El arte trae curación.”
Recordaba
estas palabras de Julia Cameron, de su libro El camino del artista, mientras
escuchaba a Muhsin Al-Ramli, iraquí exiliado en España desde 1995. Tuve la
oportunidad de compartir espacio virtual con este escritor, poeta y traductor
tan excepcional gracias al recién inaugurado Club de lectura Separata Árabe,
creado por Silvia Rubio Taberné y Maribel González Martínez (podéis encontrarlo
en Facebook, es gratuito previa aceptación de las fundadoras).
Cada 30 días,
cuatro libros se proponen como potencial lectura a través de una encuesta en
redes sociales. El que suma más puntos gana. Los jardines del presidente, uno
de los libros más conocidos de Al-Ramli, salió elegido en diciembre y nos ha
acompañado a todos los miembros del club durante las Navidades, el cambio de
año, Filomena y la tercera ola.
Hacía
muchísimo que no me enganchaba tanto a un libro. Y aunque todo lo que se cuenta
es oscuro y desgarrador, echaba de menos adentrarme en profundidad en el
universo creativo de un buen escritor de Oriente Próximo. Al-Ramli supera todas
las expectativas. Lo mejor del club, sin duda, fue compartir reflexiones con el
propio autor, que ha participado en los encuentros digitales que se celebran
todos los viernes a las 19:00 (excepto el tercer viernes, que sale la encuesta
para la siguiente lectura).
Cuando le
preguntaron por qué cuenta el final del protagonista desde la primera página
(encuentran su cabeza en una caja de bananas), Muhsen lo tiene claro: “Eso
mismo les ocurrió a unos parientes en Irak. Me rebelé ante la idea de que
semejante barbarie no saliera en las noticias, ni siquiera en la prensa local.
Por eso, lo primero que escribí de la novela fue ese párrafo, contando el final
al principio. Sabía que era arriesgado, pero me dejé llevar por la ira de ese
momento”.
Ése era un
recurso muy habitual de Gabriel García Márquez, un referente para Al-Ramli.
“Cuando leí Cien años de soledad decidí que aprendería español solo para poder
leer ese libro en su idioma original”. Licenciado en Filología Española por la
Universidad de Bagdad en 1989, también es doctor en Filología Española por la
Universidad Autónoma de Madrid desde el 2003.
Es además
hermano del escritor Hassan Mutlak. Considerado por algunos intelectuales como
el “Lorca iraquí”, fue ahorcado por el régimen de Sadam en 1990 por haber
participado en un intento de golpe de estado.
Teniendo en
cuenta su biografía, cuando se le pregunta qué estímulo le impulsa a seguir
escribiendo a pesar de la tragedia, responde rápido: “El mejor acompañante del
ser humano es la cultura, es el arte. Estoy convencido de que, si enseñáramos
más arte, no habría tantas guerras en el mundo. A través del arte, compartimos
el peso del dolor. Sin duda, a mí la literatura me ha salvado”.
Que
las palabras de Muhsin os acompañen en estos tiempos tan difíciles que nos toca
vivir.
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*Publicado en el Periódico Distrito Villaverde, número 292, febrero 2021
https://www.distritovillaverde.com/el-arte-como-salvacion/
https://www.distritovillaverde.com/wp-content/uploads/2021/01/292.febrero.21-1.pdf
1 comentario:
Me gustó mucho tu información. Sigan con el buen trabajo. iabogadosnet
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