Opinión
Dedos de dátiles,
habla de política, sin política
Por Mohamed Abdelkefi
No voy a dirigir ninguna pregunta a nuestro amigo Sr. Al-Ramli. Si me permiten voy a hacer más bien un comentario, solo que me enfrento a un problemilla; tengo por regla y costumbre hacer las criticas a las personas en su presencia y nunca alabo a alguien cuando está presente.
Pero como no sería correcto hacer salir a nuestro autor, esta vez será la excepción que confirme mi regla.
Tuve el privilegio y el placer de leer casi todo lo que ha escrito nuestro autor en árabe. Sé, como muchos, que es un escritor narrador que domina el arte de la novela cumpliendo a la perfección sus requisitos: estilo, construcción, desarrollo, suspense, desenlace, etc.
Pero con sus “Dedos de dátiles” me encontré ante un dilema al no poder clasificar la obra. ¿Acaso es una novela? Lo es, pero no. Porque al pasar agradables momentos leyéndola atenta y profundamente tuve dos sorpresas, la primera es el dominio de la lengua de Cervantes en un estilo suave, sencillo y riquísimo en vocabulario y ligero a pesar de todo lo que hay en ello de oriental, iraquí, religioso con citas del Corán, tradiciones y poesías.
La segunda sorpresa es el descubrimiento de otra faceta en Muhsin Al-Ramli, la de narrador. He encontrado al periodista, al sociólogo, al historiador, al pacifista y más; todo en la piel o en la voz de una víctima de la injusticia.
Nos habla de política, sin política; derrumba con dos ejemplos vivos todo lo que políticos y medios de comunicación nos pusieron en la cabeza sobre algo que llamaron problema kurdo.
Muchos conceptos nos ofrece bien dibujados el Dr. Muhsin Al-Ramli: el amor, la amistad, el parentesco, la convivencia…. pero su cima más alta, su ¨República de Platón¨ “su Ciudad ideal” del Farabi que él llama “mundo” y que, por boca de su padre, nos lo sitúa en una discoteca y nos dice en la página 123:
Pero como no sería correcto hacer salir a nuestro autor, esta vez será la excepción que confirme mi regla.
Tuve el privilegio y el placer de leer casi todo lo que ha escrito nuestro autor en árabe. Sé, como muchos, que es un escritor narrador que domina el arte de la novela cumpliendo a la perfección sus requisitos: estilo, construcción, desarrollo, suspense, desenlace, etc.
Pero con sus “Dedos de dátiles” me encontré ante un dilema al no poder clasificar la obra. ¿Acaso es una novela? Lo es, pero no. Porque al pasar agradables momentos leyéndola atenta y profundamente tuve dos sorpresas, la primera es el dominio de la lengua de Cervantes en un estilo suave, sencillo y riquísimo en vocabulario y ligero a pesar de todo lo que hay en ello de oriental, iraquí, religioso con citas del Corán, tradiciones y poesías.
La segunda sorpresa es el descubrimiento de otra faceta en Muhsin Al-Ramli, la de narrador. He encontrado al periodista, al sociólogo, al historiador, al pacifista y más; todo en la piel o en la voz de una víctima de la injusticia.
Nos habla de política, sin política; derrumba con dos ejemplos vivos todo lo que políticos y medios de comunicación nos pusieron en la cabeza sobre algo que llamaron problema kurdo.
Muchos conceptos nos ofrece bien dibujados el Dr. Muhsin Al-Ramli: el amor, la amistad, el parentesco, la convivencia…. pero su cima más alta, su ¨República de Platón¨ “su Ciudad ideal” del Farabi que él llama “mundo” y que, por boca de su padre, nos lo sitúa en una discoteca y nos dice en la página 123:
- “”Este es un lugar para la alegría, la convivencia, el perdón, para conocerse, para el amor, la paz, el baile, la vida, los besos…. Aquí la violencia está prohibida, no hay lugar para aquellos que se creen superiores, para los racistas o para los que se creen fuertes y valientes. Aquel que busca violencia, caballerías y falsas hazañas…. aquí tiene mi pasaporte. - Se sacó el pasaporte del bolsillo y lo alzó-. Que lo coja y se vaya a Irak. Le garantizo que allí encontrará violencia… le enseñarán buenos modales, le meterán sus músculos por el trasero y se comerá la mierda que quiera.””
Podría con gusto e interés, seguir citando pero prefiero dejar la sorpresa a quien piense leer esta maravillosa obra.
Gracias Muhsin por haberme llevado a tu Irak, a nuestro Irak en las alas del deleite de una agradable lectura.
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*Mohamed Abdelkefi, periodista y escritor tunecino, vive en Madrid. mamadu28@yahoo.es
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