sábado, 15 de noviembre de 2008

Retrato...


Retrato de: Muhsin Al-Ramli
por A. M. Rivard

*Nombre completo:
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¿Completo? Resulta que mi nombre (completo) es muy largo, se compone de 51 nombres según lo que me enseño mi padre, así sólo adelantaré una parte de la primera parte: Muhsin Mutlak Rodhan Abdulkafi Muhammad Jumaa Al-Ramli.
*Día de nacimiento:
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Exactamente, no lo sé, porque la misma madre que me parió no lo sabe, sólo me dijo que la primavera de 1968 y yo hemos nacido juntos. Y después, cuando mi padre me registró puso el año 1967, regalándome un año más para entrar al colegio lo antes posible.
*Color favorito:
- Depende del momento, porque cada momento en nuestra vida tiene su color especial, pero en general me gusta el azul celeste.
*Sitio favorito:
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La casa y en la casa, mi escritorio.
*Lengua nativa:
- La lengua humana, la de los sentimientos y el amor, la lengua del llorar y reír.
*Libro favorito:
- Siempre es el último de mis libros o el que pretendo escribir.
*Persona que ha tenido más impacto en tu vida:
- El escritor iraquí Hassan Mutlak, mi hermano asesinado.
*Describe tu carrera académica:
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Mi carrera es casi toda mi vida donde ha habido de todo, lo bueno y lo duro, fácil y difícil… un infinito tejido de exámenes y notas.
*¿Qué te trajo a SLU-Madrid?:
- La buena suerte; para conocer nueva gente buena como lo que me encuentro cada día en SLU.
*¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en una universidad americana?:
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La buena combinación entre la seriedad y la comprensión.
*Consejo para estudiantes:
- Que aprovechen al máximo cada día de su vida universitaria porque es una de las etapas más maravillosas y especiales en nuestras vidas, en la que se construye gran parte de las características personales y futuras, y la tenencia de los mejores amigos de la vida.
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*publicado en (LA VOZ DEL VALLE), Vol.12, Nº4 Diciembre 2004 Madrid

1 comentario:

Unknown dijo...

Muhsin

También para mi, la época de estudiante, es una de las mejores de la vida, solo que lo sabemos después de que ya ha pasado, como casi todo en la vida, lo notamos intensamente cuando ya no lo tenemos.