Reseña
“Los jardines del presidente” de Muhsin Al-Ramli,
me acercó a los iraquíes
Rosa Luisa Guerra
“Los
jardines del presidente” de Muhsin Al-Ramli, autor nacido en 1967en Irak,
país del que usualmente sólo sabemos que ahí estuvo Sadam Hussein.
Pues justamente, por culpa de Sadam el autor
vive en España desde 1995. Así que no es extraño que la sombra del dictador
recorra este libro, sin ser nombrado, mientras conocemos la vida de tres amigos
desde su infancia: Ibrahim, Tarek y Abdulá.
Como es fácil adivinar, porque de iraquí no
tengo ni un pelo y en la vida he ido, la obra me expuso a un mundo desconocido
en muchos sentidos respecto a ciertas costumbres o modos de afrontar la vida,
pero por otra, me acercó a los iraquíes de carne y hueso.
A ellos que sólo he visto en las pantallas,
sin voz, agrupados, movidos por otros, incluso, como enemigos porque la lejanía
y el desconocimiento los hacen distantes y ajenos, de pronto los sentí cercanos
en “Los jardines del presidente”.
“Los jardines del presidente” me
descubrió que son tan sensibles, tan amorosos, tan religiosos, tan descreídos,
tan solidarios, tan enojones como cualquiera en cualquier parte. Sobre todo,
tan vulnerables a las decisiones de otros, de los indiferentes gobernantes.
Acompañé a los tres amigos que tienen
diferentes antecedentes familiares, diferentes historias de amor, y diferentes
formas de ganarse la vida a lo largo de varias décadas. Amistad que llega a
trascender a las siguientes generaciones.
El autor logró que sintiera la angustia y
dolor que cada uno va enfrentando en distintos momentos mientras trataba de
descubrir el misterio detrás de la muerte de uno de ellos. Misterio que es
también el misterio mismo de Irak.
La intriga por ir atando cabos hasta entender
por qué el libro comienza donde comienza, me hacía devorar página tras página;
pero a la vez, en ciertos pasajes me detenía como para contemplar el panorama.
La elección del título cobró sentido en esa contemplación.
El autor, además, me parece que tiene la
maestría de contener sus propios sentimientos, los que los acontecimientos en
su patria le deben haber suscitado y me dejó vivirlos a través de los ojos de
sus personajes.
Las razones para leerla son muchas: conocer
más de una nación tan lejana, quedar atrapado en una narrativa que fluye entre
lo cotidiano y lo extraordinario, entre lo terrenal y lo espiritual, compartir
los lazos de amistad inquebrantable.
Si eres de los que les interesa los premios
para animarte, “Los jardines del presidente” fue publicada en árabe en
2012 y has sido reconocida internacionalmente desde entonces: fue finalista del
IPAF, un premio para libros en árabe y ganó el English Pen Award.
Ya lo saben aquí hay una opción de lectura:
Muhsin Al-Ramli “Los jardines del presidente” de Alianza Literaria.