domingo, 25 de julio de 2010

Sobre / Dedos de dátiles / Ariadna de Alejandría

Impresión

"Dedos de dátiles",
la transición de una cultura a otra

por Ariadna de Alejandría

Pasaron algunas semanas, aun puedo ver todas las representaciones, imágenes que me ha dejado la lectura gratificante de la novela Dedos de Dátiles del escritor iraquí Muhsin Al-Ramli. Todavía pienso en el significado del título y ese pensamiento me refiere a una parte, que no mencionaré aquí. Así la leen porque sinceramente, me atrapó. Tiene todo el encanto de su escritor. Aquello que te deja pensando, te hace soñar y reflexionar sobre la realidad, el exilio, la religión, la familia, etc.
El escritor te lleva con su pluma, que es mágica, a su pasado y te trae a su presente mostrándote el camino de la vida del personaje "Salim", en una ida y vuelta dinámico no perdiendo el hilo de la historia. No cayendo en ningún momento. Atrapándote en cada frase para continuar hacia la siguiente y avanzando.
En su lectura me sentí identificada con uno de sus personajes, por varias razones tanto física como por su forma de ser y vida, dentro del relato haciendo que me metiera de lleno en su historia. Porque los personajes están vivos teniendo alma.
Me introdujo en sus tradiciones. Sus afectos tan sentidos que hasta pude sentir su sufrimiento que palpitaba vivo en sus letras. Palpando el cuerpo inmaterial del ser que se manifiesta escrito en el papel. Aprendía vocabulario árabe de una forma interesante y que no podré olvidar, es inolvidable sé como se dice "camino" que al cambiarle una letra cambia de significado.
También supe de la transición de una cultura a otra aunque el mundo tiende a globalizarse. Todavía hay regiones en que las tradiciones son fuertes, no perdiendo su identidad y el personaje "Salim" no la pierde al contrario se enriquece. Ves a través de sus ojos, su pensamiento y el crecimiento al asimilar los cambios culturales. Se puede sentir la madurez con la que va relatando sus vivencias. El amor hacia su familia, el dolor del exilio, la nostalgia por su pasado. La relación con su padre y el gran amor de su vida que él no puede abandonar pudiendo sentir el sufrimiento en los momentos en que ella a través de los recuerdos se presenta viva.
La piedad que hay en él y sus creencias religiosas que nos hablan de ese lado que no queremos ver sobre el Islam. O nos lo ocultan o no vemos por simple ignorancia. Podría seguir relatando la impresión que ha dejado una huella imborrable en mi mente, corazón y alma. Alabado seas bendito escritor cuyo corazón palpita sufriente por momentos y en otros feliz, en esta novela tan tuya. Dejándome un sabor dulce a dátil, en los labios.
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*Ariadna de Alejandría, poeta y escritora de Argentina. ariadnadealejandria@hotmail.com

jueves, 22 de julio de 2010

Opinión sobre /Dedos de dátiles / M. Abdelkefi

Opinión

Dedos de dátiles,
habla de política, sin política

Por Mohamed Abdelkefi

No voy a dirigir ninguna pregunta a nuestro amigo Sr. Al-Ramli. Si me permiten voy a hacer más bien un comentario, solo que me enfrento a un problemilla; tengo por regla y costumbre hacer las criticas a las personas en su presencia y nunca alabo a alguien cuando está presente.
Pero como no sería correcto hacer salir a nuestro autor, esta vez será la excepción que confirme mi regla.
Tuve el privilegio y el placer de leer casi todo lo que ha escrito nuestro autor en árabe. Sé, como muchos, que es un escritor narrador que domina el arte de la novela cumpliendo a la perfección sus requisitos: estilo, construcción, desarrollo, suspense, desenlace, etc.
Pero con sus “Dedos de dátiles” me encontré ante un dilema al no poder clasificar la obra. ¿Acaso es una novela? Lo es, pero no. Porque al pasar agradables momentos leyéndola atenta y profundamente tuve dos sorpresas, la primera es el dominio de la lengua de Cervantes en un estilo suave, sencillo y riquísimo en vocabulario y ligero a pesar de todo lo que hay en ello de oriental, iraquí, religioso con citas del Corán, tradiciones y poesías.
La segunda sorpresa es el descubrimiento de otra faceta en Muhsin Al-Ramli, la de narrador. He encontrado al periodista, al sociólogo, al historiador, al pacifista y más; todo en la piel o en la voz de una víctima de la injusticia.
Nos habla de política, sin política; derrumba con dos ejemplos vivos todo lo que políticos y medios de comunicación nos pusieron en la cabeza sobre algo que llamaron problema kurdo.
Muchos conceptos nos ofrece bien dibujados el Dr. Muhsin Al-Ramli: el amor, la amistad, el parentesco, la convivencia…. pero su cima más alta, su ¨República de Platón¨ “su Ciudad ideal” del Farabi que él llama “mundo” y que, por boca de su padre, nos lo sitúa en una discoteca y nos dice en la página 123:

- “”Este es un lugar para la alegría, la convivencia, el perdón, para conocerse, para el amor, la paz, el baile, la vida, los besos…. Aquí la violencia está prohibida, no hay lugar para aquellos que se creen superiores, para los racistas o para los que se creen fuertes y valientes. Aquel que busca violencia, caballerías y falsas hazañas…. aquí tiene mi pasaporte. - Se sacó el pasaporte del bolsillo y lo alzó-. Que lo coja y se vaya a Irak. Le garantizo que allí encontrará violencia… le enseñarán buenos modales, le meterán sus músculos por el trasero y se comerá la mierda que quiera.””

Podría con gusto e interés, seguir citando pero prefiero dejar la sorpresa a quien piense leer esta maravillosa obra.
Gracias Muhsin por haberme llevado a tu Irak, a nuestro Irak en las alas del deleite de una agradable lectura.
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*Mohamed Abdelkefi, periodista y escritor tunecino, vive en Madrid. mamadu28@yahoo.es